dilluns, 24 d’abril del 2017

LOS SANTOS COSME Y DAMIÁN EN BARCELONA

Desde los inicios del cristianismo hasta entrado el siglo catorce se celebraron rituales de hermanamiento (adelphopiesis) entre personas del mismo sexo dentro de recinto sagrado(1), con o sin la presencia de sacerdotes. 


Los cristianos tenían su propio santoral que bendecía estas celebraciones, Felicitas y Perpetua (2), Sergio y Baco (3) o los menos conocidos Cosme y Damián. La lista de parejas santificadas en Oriente entre los siglos IV y VI es importante (4)

Hasta el siglo XI no se acuña el término sodomía y empiezan a levantarse voces contra las relaciones sexuales en los conventos que llevan a modificar las normas monacales y prohibir que los monjes duerman juntos, el siglo XIII empiezan a dictarse las primeras leyes que persiguen a la homosexualidad, pero que serán utilizadas mas bien con fines políticos, pensando siempre en acabar con molestos disidentes. Así Felipe IV de Francia utiliza una acusación de sodomía para acabar con tos templarios o Jaume II de Aragón para acabar con el molesto conde Hug d'Empuries.

La Iglesia pone fin a los pactos de hermanamiento que se celebraban en las iglesias y es durante el siglo XIV cuando se modifican las biografías de estos santos. Sergio y Baco o Cosme y Damián pasan a ser de amigos y amantes a hermanos. Desde entonces recordar su veneración anterior pasa a ser motivo de escándalo y total negación.



La web de Cristianos Gays nos cuenta de forma sencilla la historia oficial de estos dos santos:

"La tradición incluso nos habla de su supuesta madre común, Teodora, residente en Egea (Arabia). Habrían tenido tres hermanos varones de los que hasta se dan los nombres (cosa poco usual si realmente los hubieran tenido…). Desde pronto se entregaron a la medicina como “anarguirói”, gozando de inmensa estima popular. También se dice de ellos que “sanaban las almas”, lo cual puede ser algo más que una referencia a la conversión de los enfermos, sino a que pusieran ya en práctica técnicas psiquiátricas.

De nuevo nos topamos con Diocleciano, quien envió a un tal Lisias a perseguir a los/as cristianos/as de Arabia. Lisias hizo comparecer ante él a Cosme y Damián bajo la acusación de brujería, ellos contestaron que se limitaban a orar a Cristo mientras trataban a sus enfermos. Sabedor Lisias de su popularidad, y de que su ejemplo podía arrastrar a muchos/as, les ofreció cargos si adoraban a los ídolos; en caso contrario, morirían. Podemos imaginar la respuesta de los “hermanos”, a quienes se sentenció a ser arrojados al mar, atados de pies y manos. Pero un ángel rompió las ataduras y quedaron sanos y salvos. Lisias, enfurecido, blasfemó: al punto, dos demonios invisibles empezaron a golpearlo con tal violencia que habría muerto si Cosme y Damián no hubiesen orado por él.

Pero aquello sólo hizo más patente al gobernador la necesidad de liberarse de quienes, con ese acto, casi le convierten. Condenados a la hoguera, ésta se apagó apenas fue encendida. Se recurrió a los dardos, pero éstos se volvían contra quienes los lanzaban. Sólo cuando Cosme y Damián pidieron al Cielo que dejase de obrar tales milagros en su favor pudieron ser decapitados – según la versión oficial, que parece obsesionada por resaltar la cosanguineidad, junto a sus (hasta ahora ausentes) tres hermanos -. Ocurrió en el año 285."

Desconocemos si este tipo de uniones llegaron a celebrarse en Barcelona, ciudad que sufrió la presencia de la Inquisición desde mediados del siglo XIII. Tampoco sabemos como llegó el culto a estos santos a Barcelona. La obra fue sufragada por una tal Sancha Ximenis de Cabrera para ubicar allí su tumba, las pinturas son de Lluís Dalmau, uno de los mas célebres pintores góticos. Encargó el trabajo al escultor Pere Oller,  parece que el encargo inicial era que la capilla debía estar dedicada a Santa Clara y Santa Catalina. Desconozco las causas del cambio.



En el retablo aparecen tanto unidos como separados, no mostrando ningún elemento de efectividad entre ellos. Tampoco nada que lo niegue. Aunque la biografía de estos santos se había modificado en las iglesias góticas se siguieron representando a Juan como el discípulo amado de Jesús, una forma de representar el amor griego en mas de una ocasión. En la sala capitular de la catedral hay una pintura que representa la Trinidad, vale la pena observar como Dios Padre acoge en su brazos a un Cristo yacente.





Con esta presencia no podemos afirmar que se celebraran bodas entre persones del mismo sexo en la Barcelona medieval, pero es un indicio que puede permitirnos algún día disponer de datos que nos ayuden a conocer como vivían los homosexuales catalanes durante la Edad Media.




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